En la preocupación que ha generado la incursión de un grupo de militares en la zona rural de Tierralta, Córdoba, las Fuerzas Militares de Colombia han emitido una solicitud de retiro inmediato para más de 17 miembros del Ejército Nacional. Esta decisión surge después de que se hiciera público un video en el que se muestra a militares haciendo amenazas y amedrentando a la población civil mientras se hacían pasar por disidencias de las FARC.
El comandante de las Fuerzas Militares ha emitido una serie de medidas destinadas a prevenir la repetición de incidentes similares en el futuro. Estas medidas incluyen el retiro inmediato de dos suboficiales y ocho soldados profesionales que formaban parte de la patrulla militar que llegó a Bocas del Manso, en Tierralta. Estos militares son quienes se ven en el video amenazando a la población civil.

La decisión de pedir el retiro de estos militares se basa en su presunta participación directa en la agresión contra la población civil. Además, el comandante del Ejército Nacional había tomado medidas previas la semana pasada al apartarlos de sus funciones, aunque aún permanecían en servicio activo sin ningún cargo ni responsabilidad operacional o administrativa.
En un documento emitido por el comando de las Fuerzas Militares, también se solicita el retiro por omisión de dos altos mandos militares: el comandante de la Brigada 11, coronel José Edilberto Lesmes Beltrán, y el sargento mayor de Comando Juvenal Mahecha, ambos de esa unidad. Además, se mencionan otros oficiales y suboficiales, incluyendo al comandante, el segundo comandante, los oficiales de operaciones y de inteligencia, y el sargento mayor del Batallón de Infantería N.33 Batalla de Junín.
El informe de la inspección argumenta que la responsabilidad de estos oficiales y suboficiales se deriva de su falta de mando y control, así como de su omisión y falta de iniciativa táctica. Se destaca también la falta de direccionamiento estratégico por parte de estos mandos en relación con el incidente en Tierralta.
La incursión de los militares en Bocas del Manso, ha generado reproche en la sociedad sobre la conducta de las Fuerzas Militares y su capacidad para mantener el orden y respetar los derechos humanos en las zonas afectadas por el conflicto armado en Colombia. La solicitud de retiro de más de 17 militares refleja un intento por parte de las autoridades militares de abordar estas preocupaciones y garantizar la rendición de cuentas por incidentes similares en el futuro.