A pesar de los avances significativos en materia de empleo y empoderamiento femenino en Colombia, la brecha salarial entre hombres y mujeres sigue siendo una realidad preocupante. En un mundo que aboga cada vez más por la igualdad de género, la disparidad económica persiste como un desafío fundamental en el país.
Según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) para el año 2022, la población colombiana está compuesta en un 51,2 % por mujeres y en un 49,8 % por hombres. Sin embargo, cuando se observan los datos relacionados con el mercado laboral, se descubre que las mujeres ganan en promedio un 6,3 % menos que sus contrapartes masculinas. Esta brecha se ha agravado aún más desde la llegada de la pandemia de COVID-19 al país.
Un dato alarmante es la tasa de desempleo femenino que alcanzó el 17,5 % en 2022, lo que representa un aumento de 6,2 puntos porcentuales por encima de la tasa de desempleo masculino, que se situó en el 11,3 %. Estas cifras son especialmente preocupantes, ya que reflejan que las mujeres están experimentando una mayor vulnerabilidad en el mercado laboral.
Es importante destacar que, a pesar de las adversidades, las mujeres colombianas, en particular las madres solteras, han mostrado un mayor nivel de actividad en la búsqueda de empleo en el extranjero. En 2020, representaron el 52,8 % de los colombianos que buscaron oportunidades laborales en el extranjero.
¿Cuáles son las soluciones? Expertos en la materia señalan que la educación juega un papel crucial en la búsqueda de una transformación social y cultural que permita cerrar estas brechas de género. La educación debe ser considerada como la base del cambio social y la transformación cultural de la sociedad. Invertir en educación implica contribuir al cierre de brechas y empoderar a las niñas para que se conviertan en líderes del futuro, capaces de desarrollar sus habilidades en beneficio propio, de sus familias y de la sociedad en general.
Karol Marcela Vásquez Rodríguez, decana de la Facultad de Terapias Psicosociales de la Universidad Antonio Nariño, subraya la importancia de la educación en este contexto. «La educación debe ser vista como la base del cambio social y la transformación cultural de la sociedad. Invertir en educación implica contribuir al cierre de brechas y empoderar a las niñas para que se conviertan en mujeres líderes del mañana», señaló Vásquez Rodríguez, citada por el diario ‘El País’ de Cali.
A pesar de las persistentes brechas salariales y de empleo, es importante destacar que Colombia ha avanzado significativamente en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en lo que respecta al empleo y empoderamiento femenino. Sin embargo, queda un largo camino por recorrer para cerrar por completo estas brechas y garantizar la igualdad de oportunidades para todas las personas, independientemente de su género. La lucha por la igualdad de género continúa siendo una prioridad en la agenda social y política del país.